Cada día de nuestra vida debemos volver al Señor. Esto implica tener una comunión personal con Él, algo que es posible por medio de Cristo, nuestro Mesías Rey.
¿Sería usted capaz de ser fiel a su trabajo dando su mayor esfuerzo, sacrificio y dedicación si supiera que nunca le pagaran por hacer todo eso?
En ocasiones decimos que tenemos al Hijo, pero nuestras acciones demuestran totalmente lo opuesto.
Cuando Pablo habla de misterio se refiere a la verdad revelada del evangelio, a Cristo y Su obra. Este misterio es indiscutible, es decir que es una confesión general y unánime de todo el pueblo de Dios, pero también es grande e incomparable.
En mi vida como cristiano he sido testigo de muchos milagros y he observado que el propósito de estos en nuestras vidas es para que podamos conocer y experimentar el Poder de Dios, a CRISTO.
Efesios dice que debemos fortalecernos en el Señor y en su fuerza. ¿Eso nos garantiza la victoria que todos anhelamos en esta vida? Creo que no ya que el texto no se refiere en lo absoluto a eso, pues va más allá de ese deseo.
1 Juan 1:1Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y lo que han palpado nuestras manos, acerca del Verbo de vida..
La única manera en la que podremos estar convencidos de que tenemos una comunión real con Dios, es mientras más consientes seamos de que Él se manifestó en carne en Cristo Jesús.