1 Juan 5:12 El que tiene al Hijo tiene la vida, y el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida.
Lo primero que debemos considerar es que cuando Juan habla de “tener al Hijo” no quiere decir que dependa de nosotros tener al Hijo, tampoco quiere decir que Dios sea de nuestra propiedad. Lo que nos está diciendo es que tenemos a nuestro lado a Dios y todo lo que implica estar con Él, todas las promesas de Dios para sus hijos son una realidad, todo el amor de Dios, su poder y bondad son mostrados a nosotros para que podamos seguir siendo fieles a Él. Esto implica que sobre nosotros no gobierna el miedo, la ansiedad o la frustración, sino que en medio de todas estas circunstancias encontramos verdadera paz.
Así que Juan hace la afirmación contraria también: el que no tiene al hijo de Dios no tiene la vida. La forma en que nosotros rechazamos al Hijo, es desobedeciendo su palabra, rechazado la verdad del evangelio como la única forma en la cual podemos vivir, creer que no es necesario depender Cristo y su evangelio.
En ocasiones decimos que tenemos al Hijo, pero nuestras acciones demuestran totalmente lo opuesto. Procuremos vivir en obediencia, que nuestra vida realmente refleje que tenemos al Hijo de Dios y por ende la vida eterna.
Pastor Asociado a cargo del Ministerio de Alabanza