podemos aprender que podemos disfrutar la navidad sin poner nuestra mirada en el mundo, sino poniendo nuestra mirada en Cristo y Su evangelio.
El diseño de Dios es único y perfecto. El ser humano nace con la necesidad de compañía. Su llanto por la separación con la madre es evidente, además de servir para el desarrollo de ciertos órganos..
Este proverbio no exalta el temor del hombre, sino que, así como la confianza que tiene un niño en su papá, es la que el creyente debe tener en su Señor.
Ante las diversas dificultades a las que nos enfrentamos en el mundo, somos impulsados a tener una mente positiva de que no nos demos por vencidos
Todos aquellos que hemos nacido de nuevo, por la gracia de Dios, queremos agradarlo todo el tiempo, pero también es una realidad la lucha a la que nos enfrentamos todos los días
Debemos estar conscientes en estas fechas en la que el mundo celebra el nacimiento de Jesucristo de cumplir nuestra misión de proclamar, aconsejar y enseñar a Cristo
El Señor no solo me perdono todos mis pecados e iniquidades ¡sino que los olvida! La frase “Y nunca más me acordaré de sus pecados” no nos está describiendo que Dios es olvidadizo ni mucho menos imperfecto, pues Él es perfecto en su esencia
Nuestra vieja naturaleza quiere que en esta época navideña nos enfoquemos en los regalos, un mes, en un día, en el “niño Jesús”. Lo más importante en esta época es la Deidad de Jesucristo