El diseño de Dios es único y perfecto. El ser humano nace con la necesidad de compañía. Su llanto por la separación con la madre es evidente, además de servir para el desarrollo de ciertos órganos, pero al momento que el bebé es puesto en el pecho de su madre, este pequeño ser humano se llena de tranquilidad. Y así crecemos rodeados de nuestros padres, hermanos, primos, abuelos, de la mejor compañía que Dios nos provee.
Pero a medida que crecemos vamos anhelando la compañía de otras personas que llegan a ser muy significativas en toda nuestra vida: “los amigos”, pero no cualquier amigo, sino un verdadero amigo. El problema es ¿cómo escoger un verdadero amigo?
Bueno, en primer lugar, la amistad entre cristianos debe de ser una relación sana, pura, leal, que nace entre dos o más personas para glorificar a Dios. Entonces los amigos que Dios nos provee son una muestra de su amor. Dice Proverbios 17:17 En todo tiempo ama el amigo, Y es como un hermano en tiempo de angustia. Que alegría es tener amigos así, pero no podemos negar que hay otros que se presentan de esa manera, pero realmente son falsos amigos.
¿Cómo puedo saber quién es un verdadero amigo? No hablo de amigos perfectos, sino de verdaderos, ya que si los hay y son muy diferentes a los que muchas veces de forma errónea llamamos amigos, a personas del mundo.
Un verdadero amigo ama a Dios sobre todo lo que este mundo ofrece, es obediente a su palabra. Un falso amigo se ama a sí mismo, es egoísta, quiere que usted y los demás vivan para complacerlo, esto significa que le llevara a que desobedezca y viva en rebeldía delante del Señor.
Un verdadero amigo no temerá hablarle con la verdad. Le mostrará su amistad siendo sincero, hablándole en base a la palabra de Dios. El falso amigo le hablará siempre con la mentira y procurará que sea como él, mintiendo a todo el mundo para cumplir sus deseos.
Un verdadero amigo le llevará a la luz confrontando sus pecados con temor delante de Dios para que se arrepienta. Un falso amigo querrá que viva como él en tinieblas, ocultando su vida, sus pecados, y le hará creer que solo y sin ayuda de nadie, podrá salir de ese pecado oculto, esto lo muestra el siguiente texto Juan 3:20 Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas.
Ese falso amigo(a) intentará convencerle de que la iglesia, la Biblia y ser cristiano no valen la pena y que todo es una mentira, por lo tanto, su propósito es que viva para usted mismo y que se aparte de Dios.
Un verdadero cristiano y amigo le llevará siempre a la Biblia a que vea su pecado y se arrepienta. Por lo tanto, un verdadero amigo le proclamará siempre el evangelio y su deseo será que juntos le traigan gloria a Dios con su amistad. Apreciemos a esos amigos que muchas veces despreciamos, porque son genuinos cristianos y un regalo del Señor para nosotros.
Pastor Asociado a cargo del Departamento de Comunicaciones