El cristiano ligado íntimamente a Jesús nunca llamará la atención sobre sí mismo, sino que mostrará solo la evidencia de una vida en la que Jesús le controla totalmente
Mi invitación es que presentemos todo nuestro ser como sacrificio santo a Dios, que es nuestro culto racional, y nuestro Dios sea glorificado así en nuestra vida y por medio de ella