Como pastor y salvadoreño, hoy quiero mostrar mi solidaridad y extender una mano de consuelo y esperanza. Quiero desde la comprensión y el evangelio responder ¿cómo enfrentar las crisis y desastres repentinos?
En una ciudad y una sociedad marcada tanto por la sabiduría como por la necedad, los beneficios de la sabiduría son muchos y poderosos.
Considero que la labor más trascendental, excelente e importante de la Iglesia Evangélica es la exposición clara del evangelio de la Gloria de Jesús y la conversión de aquellos que creen en Él.
Conscientes o no, los pastores evangélicos enfrentan numerosos desafíos al predicar el Evangelio en El Salvador. Este artículo analiza la situación actual de la Iglesia y presenta un llamado a la reflexión y la acción para abordar estos desafíos.
Como creyentes, entendemos que la vida, muerte y resurrección de Jesucristo son fundamentales para nuestra fe.
El reciente estudio publicado por el LPG Datos de La Prensa Gráfica ha despertado el interés de la comunidad cristiana en El Salvador.
La mujer cristiana vive en un mundo complejo y cambiante que le plantea una serie de desafíos específicos para su fe y su testimonio.
Dios nos manda a que pongamos nuestra esperanza, "por completo”, en su gracia futura; de tal forma que nuestras vidas muestren la santidad que ya poseemos como hijos, para que ese sufrimiento sea para su Gloria y nuestro perfeccionamiento.
El primer mandamiento de gracia que Dios nos da en tiempos de prueba es «poner nuestra esperanza por completo en la gracia que nos impartirá en el futuro, por medio de la venida de Jesús»