Esclavos

El pecado esclaviza a los que lo practican, dice Juan 8:34 “Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado”. Nadie puede librarse así mismo o escapar de la esclavitud del pecado. El pecado “reina” sobre el pecador y ha puesto su “pie” sobre su cuello hasta que finalmente lo lleva a la destrucción y muerte. Si usted no es cristiano, tendrá una cadena tan pesada y gruesa, que ni usted ni yo podemos imaginarnos que la tiene alrededor de su cuello.

Podría dejar de hacer un pecado, pero otro pecado inmediatamente tomará su lugar y luego el que supuestamente dejó volverá junto con el otro, y así sucesivamente, no es el de terminar. El pecado es esclavizante. El problema nuestro radica en nuestro corazón, Jesús dijo en Lucas 7:20-23 “Pero decía, que lo que del hombre sale, eso contamina al hombre. 21 Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, 22 los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. 23 Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre”. Esta es la condición del corazón humano sin Cristo. 

¿Cómo puede dejar de ser un esclavo del pecado? Arrepintiéndose de sus pecados, pida perdón por todo lo que usted es, por todo lo que ha hecho. Usted será perdonado por Dios, justificado o sea que será declarado justo porque su pecado fue pagado por Cristo en la cruz, y vendrá ahora a ser su hijo, parte de su cuerpo su iglesia, su Señor y ahora un esclavo, pero de Cristo su Salvador.