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Artículos | Palabra Expuesta

Mi deseo debe de ser por Dios

viernes, diciembre 4, 2020
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Artículo | Mi deseo debe de ser por Dios
Pastor Héctor Rico
Pastor Héctor Rico
Pastor Asociado
Filipenses 1:23 Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor. Si le pregunto: ¿Qué es lo que más desea en esta vida? ¿Qué respondiera? Examinemos por un momento nuestro corazón y respondamos. Una de las vidas que más me impactan en las escrituras, después de nuestro Señor Jesucristo, es la del apóstol Pablo. Después de ser un perseguidor de la iglesia llega a ser transformado por el Señor y Él lo lleva a vivir para su gloria. No fue un ministerio fácil para Pablo, no anduvo en aviones ni en hoteles de cinco estrellas, ni mucho menos tuvo reconocimiento de la gente de su época, al contrario, recibió menosprecio por causa de su Señor por proclamar las buenas nuevas. Pablo sabía que las circunstancias que le sucedían, ya fueran buenas o malas, eran siempre a favor del evangelio, por lo que no le importaba si por eso él era reducido en nada, lo importante era testificar de Cristo. Aun en las prisiones en las que se encontraba en Filipos no dejaba de confiar en que el Señor lo sacaría de esa prisión “Porque sé que por vuestra oración y la suministración del Espíritu de Jesucristo, esto resultará en mi liberación” Filipenses 1:19. Aun en medio de esta oración, estaba consciente de la soberanía de Dios y con humildad estaba dispuesto a sufrir por el evangelio, si es que la voluntad del Señor era que siguiera preso. Pablo tenía un solo deseo en su corazón y lo vemos en todas sus epístolas y era: Glorificar a Cristo con toda su vida. Pero podemos ver en el versículo 23, que también su deseo era partir y estar con el Señor y él estaba muy seguro “lo cual es muchísimo mejor”. Irse con el Señor implicaba no sufrir, no ser más avergonzado, no más hambre ni frío, ni traiciones, no más dolor, implicaba estar en presencia del sustentador de la vida, nuestro Señor. Pero después en el verso veinticuatro nos dice: “pero quedar en la carne es más necesario por causa de vosotros” ¿se da cuenta? Aquel hombre que persiguió con odio a la iglesia, por medio de la transformación del Espíritu Santo, ahora era capaz de dar su propia vida por causa de Cristo y exaltarlo por ministrar el evangelio a la iglesia en Filipos. Sabía que irse era lo mejor, pero también quedarse era parte de agradar y obedecer al Señor en medio de todas sus circunstancias. Ese fue el deseo de Pablo. Ahora bien, quiero preguntarle: ¿Cuál es su deseo? ¿Desea usted a Dios? ¿Desea de su Palabra todos los días o solo cuando se encuentra en dificultades? ¿Desea más su pecado que venir en arrepentimiento ante el Señor? ¿Por qué asiste a la iglesia los domingos y se hace llamar cristiano? ¿Cuál es su propósito? Que Dios le cumpla sus deseos o ¿realmente usted desea de Jesucristo? Eso implica conocerle y eso solo es posible amando su Palabra, quien lo llevará a obedecerle, no importando sus circunstancias. Desee a Dios, desee ser su discípulo, desee a Cristo más que a este mundo.

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Pastor Héctor Rico

Pastor Asociado a cargo del Departamento de Comunicaciones