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Orando en el final de los tiempos

lunes, abril 12, 2021
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Artículo | Orando en el final de los tiempos
Pastor David Salgado
Pastor David Salgado
Pastor Asociado a cargo de Ministerios de Familia

¿Qué harías si te dijeran que en uno o dos años morirás? ¿Cómo vivirías, cómo te comportarías? ¿Qué cambiarías en tu vida? ¿Cuál sería tu actitud?

 

1Pedro es una carta enviada a cristianos que habían huido a Asia Menor, por el rechazo hostil que estaban experimentando, Pedro les escribe para animarlos y exhortarlos como deben vivir su fe en medio de su sufrimiento. Ellos, a pesar de la crisis y lo difícil de la situación por el sufrimiento que experimentaban, estaban tentados a no ser conscientes del juicio de Dios y que el final de todas las cosas se ha acercado. Esa falta de conciencia los llevaría a nos orar de forma correcta, a no amarse y mostrar amor por medio del perdón y la tolerancia, a hospedar a otros con quejas, y a no servir a sus hermanos o hacerlo por las razones y la actitud equivocada.

 

Por eso él escribió: “Pero el fin de todas las cosas se acerca…” (1Pedro 4:7). Al decir el final de todas las cosas se ha acercado, Él se está refiriendo a que el final de los tiempos (o tiempo final) ya comenzó. El final de los tiempos comprende el período entre la primera y segunda venida de Cristo. Cristo ya vino y Él volverá a juzgar a todos, por lo tanto, debemos de estar listos. El apóstol Pedro hace una exhortación a los lectores de su Primera Carta para que, sabiendo que el fin se acerca, se comporten de manera que agraden a Dios y le glorifiquen.

 

Al ser conscientes de que el fin de todas las cosas se ha acercado lo mostraremos haciendo cuatro cosas que nos enseña 1Pedro 4:7-11: orando correctamente, amándose con fervor, siendo hospitalarios sin quejas y sirviendo a los demás con sus dones y talentos.

 

1Pedro 4:7: “Pero el fin de todas las cosas se acerca. Sean pues ustedes prudentes y de espíritu sobrio para la oración.”

 

Conscientes que estamos en final de los tiempos debemos orar. Pero no solo debemos orar por orar, sino que hacerlo siendo serios y disciplinados. Está no es la primera vez que Pedro exhorta a sus lectores a ser serios y disciplinados en esta carta. Desde el primer capítulo lo viene haciendo.

  • Serio o sobrio se refiere a tener nuestra mente lista para actuar; y, disciplinado se refiere a tener dominio propio.
  • Una mente lista nos permitirá pensar correctamente y discernir bíblicamente los tiempos que vivimos para actuar de conformidad en ello. El dominio propio nos sirve para actuar con disciplina obedeciendo la voluntad de Dios.

 

Pero, ¿cómo orar con una mente lista para actuar y con dominio propio? Para orar con una mente lista debes de saturar tu mente con la Palabra… una vez la Palabra este en tu mente, ora conforme a la Palabra. Una de las cosas que yo suelo hacer es orar después de estudiar la Biblia, así mi mente no divaga tanto, sino que comienzo a orar según lo que leí y aprendí. Otra forma es orar tomando como modelos las oraciones de la Biblia.

 

Y haciendo eso te ayudará a orar con dominio propio. Es decir, sujetando no solamente tus pensamientos, sino tus emociones y sentidos a la hora de orar. Después puedes presentar tus peticiones delante del Señor y también orar por otros.

 


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Pastor David Salgado