Creemos con el corazón y confesamos con nuestra boca que Jesús es Dios

Las cosas que hablamos sin duda muestras lo que pensamos y creemos, muestran aquello que ha encontrado lugar en lo profundo de nuestra mente y corazón, Romanos 10:10 porque con el corazón se cree para justicia, y con la boca se confiesa para salvación. Que necesario es que nuestro corazón dependa de Dios, en este pasaje cuando habla del corazón se está refiriendo la mente, voluntad, el conocimiento del bien y del mal, que una persona posee. Por el pecado todas estas están totalmente corruptas, imposibles de glorificar a Dios, de manera que todo cuanto habla solo puede reflejar eso mismo. Ahora bien, un corazón que este lejos de Dios es imposible que crea para justicia, es decir no puede vivir según la rectitud moral que el carácter de Dios demanda.

Por el contrario, el corazón que ha sido transformado por Dios hará que se confiese con la boca para salvación, preguntémonos ¿qué es lo que estamos confesando? Leamos Romanos 10: 9 que si confiesas con tu boca a Jesús por Señor, y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo; 10 porque con el corazón se cree para justicia, y con la boca se confiesa para salvación.

Debemos entender que este pasaje no nos está diciendo que somos salvos a partir de una declaración hecha, va más allá de esto. Comúnmente se comete el error de pedirle a personas que repita una oración y que diga que cree en Jesús y cuando se ha terminado la oración se le dice que ahora es salvo.

Esta porción más bien habla de una transformación interna del corazón, un cambio en nuestra mente, voluntad y conciencia, para que luego naturalmente una persona confesara con su boca que Jesús es Dios y será salvo.  

Que importante es velar por el evangelio en nuestras vidas, Dios nos lo ha entregado para que por medio de permanecer en el evangelio estemos en una continua transformación dejando las cosas del mundo y disfrutando más de la justicia, para que nuestra confesión continua sea que Jesús es Dios es nuestra vida y quede en evidencia por la piedad que practicamos.