2021 en El Salvador, después de 24 días no sabemos qué pasará, ni cómo pasará y eso provoca dudas, miedo, ansiedad, etc. Ante esto surge la pregunta: ¿Cómo debemos vivir este año? Debemos vivir con la esperanza en nuestro Dios sabio y poderoso, quien quita y pone reyes, porque Él ha empezado a reemplazar los reinos humanos con su reino eterno.
Al final del capítulo 2 de Daniel, luego que Daniel le relatara el sueño a Nabucodonosor y dentro de la interpretación del mismo en (Daniel 2:36-45) se explican los diferentes reinos representados en la estatua del sueño. Estos cuatro reinos han sido tradicionalmente identificados como Babilonia, Medo-Persia, Grecia (Alejandro el Grande) y Roma. Pero más importante que identificar estos reinos es detectar el mensaje de esta narrativa. Este mensaje se vuelve claro como en Daniel 2:44-45: “En los días de estos reyes, el Dios del cielo levantará un reino que jamás será destruido, y este reino no será entregado a otro pueblo; desmenuzará y pondrá fin a todos aquellos reinos, y él permanecerá para siempre,” Después de todos estos reinos humanos, el Dios del cielo establecerá un reino que nunca será destruido. Los reinos humanos se desmoronan, uno tras otro tienen "pies de barro”, pero el reino de Dios es eterno, nunca será destruido y este no se desintegrará ni se dejará en manos de otro pueblo. Por el contrario, Daniel dice en el versículo 45 que el reino de Dios: “ tal como viste que una piedra fue cortada del monte sin ayuda de manos y que desmenuzó el hierro, el bronce, el barro, la plata y el oro.” Y entonces el reino de Dios, como la piedra en el sueño, crecerá y llenará toda la tierra.
Imaginemos lo que significó para los israelitas que estabán en el exilio leer esto. Ellos podían decir con firme esperanza: “podemos estar lejos de la Tierra Prometida, podemos llorar aquí en el exilio, pero nuestro Dios puede deponer reyes y establecer reyes, el reino de Babilonia caerá y será reemplazado por otro reino y otro hasta que el reino eterno de Dios venga y llene toda la tierra”. Ellos podían vivir con la esperanza de que el reino de Dios estaba en camino, pero nosotros vivimos con la confianza de que el reino de Dios ya vino.
Con la encarnación, muerte y resurrección de Jesucristo el reino de Dios fue inaugurado
y luego de su resurrección, a partir de Pentecostés, el reino comenzó a ser proclamado por la iglesia a todas las naciones hasta los confines de la tierra. Suena como la piedra del sueño, ¿no? “La piedra que golpeó la estatua se convirtió en una gran montaña y llenó toda la tierra” (Daniel 2:35).
En el sueño, la piedra golpeó los pies de la estatua y los aplastó; entonces toda la estatua se derrumbó y cayó sobre la piedra la cual se hizo pedazos. La piedra es Jesús. En un momento, Jesús pregunta a los fariseos: ¿Nunca han leído en las Escrituras? ¿La piedra que desecharon los constructores se ha convertido en la piedra angular? El que caiga sobre esta piedra será hecho pedazos; y aplastará a cualquiera sobre quien caiga ” (Mateo 21: 42-45) para nosotros los cristianos Jesucristo es nuestra piedra angular, nuestro fundamento, nuestro refugio en quién estamos seguros. Si tú quieres estar seguro en Él arrepiéntete y cree en Jesús como Señor, Rey y Salvador. Pero si no crees, esa piedra caerá sobre ti y te hará pedazos.
Este año seremos tentados a poner nuestra esperanza en diferentes reinos con diferentes reyes, que nos ofrecerán diferentes cosas, pero también nos enseñarán a vivir bajo diferentes leyes, principios y normas en nuestro trabajo, relaciones, familia, finanzas, etc. ¿Bajo qué principios viviremos: bajo los principios de otros reinos o bajo los principios del reino de Dios?
Recuerde, este año debe vivir con la esperanza en Dios sabio y poderoso, quien quita y pone reyes, porque Él ha empezado a reemplazar los reinos humanos con Su reino eterno.