Anhelando su segunda venida

Filipenses 3:20 Porque nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también ansiosamente esperamos a un Salvador, el Señor Jesucristo

Hace unos meses cuando estábamos en la cuarentena conectados con muchos hermanos a través de las distintas plataformas, escuchaba de boca de algunos de ellos que algunos artistas darían sus conciertos por medio de “zoom”, pero que para acceder al concierto tenías que pagar una cantidad ya no como antes, como que estuvieras viéndolo en vivo.

Recuerdo que la queja era “ya no soporto este encierro”, pero para algunos el desahogo y motivación también era “pero me conectaré para ver el concierto de…” esa era su espera. Estos hermanos vivían con la ansiedad de que ese día se acercara, la motivación de esos días era el artista que iban a disfrutar.

Esperar la segunda venida de nuestro Señor y Salvador es la mayor motivación espiritual, responsabilidad y seguridad del cristiano o sea de todo aquel que ha nacido de nuevo, así como lo dice el texto de Filipenses que nuestra ciudadanía no está en esta tierra sino en los cielos, es porque hoy somos hijos de Dios, por lo tanto, lo esperamos. Esto da para cada creyente un motivación sana y única en la espera grandiosa de esa verdad y en la búsqueda diaria de su palabra y de Él, porque desearemos estar preparados cuando Él regrese. Deseara haber sido fiel en su servicio, matrimonio, trabajo, como padre, etc. Usted y yo podemos ministrarnos y tener esperanza en aquellas palabras que salgan de la misma boca del Señor que nos diga y oigamos “Bien, siervo bueno y fiel; en lo poco fuiste fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor”. Mateo 25:23.

Su segunda venida nos da responsabilidad a cada creyente porque es cuando: “De modo que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí mismo”. Romanos 14:12.

Además, su regreso por su iglesia nos hace sentir seguros, sabiendo que nuestro Señor también dijo: “Y esta es la voluntad del que me envió: que de todo lo que Él me ha dado yo no pierda nada, sino que lo resucite en el día final” Juan 6:39.

¿Estamos anhelando y esperando su segunda venida como nunca hemos deseado algo?

¿Estamos pensando en ese día mucho más como cuando nos casamos?

¿Estamos esperando su segunda venida como cuando esperábamos a nuestro primer hijo? Aún es tiempo, empecemos a anhelar ese día, y a seguir disfrutando de Él y su palabra que su venida está muy cerca. Amén.