¿Cómo nos guía el Espíritu Santo?

Juan 16:13-14 Pero cuando Él, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir. ¹⁴ El me glorificará, porque tomará de lo mío y os lo hará saber.

 Lo hace de una manera que es:

 1. Práctica. Nos advierte de peligros que vienen por delante y nos equipa para triunfar en las tareas que nos ha asignado. Él sabe de manera exacta cuánta fortaleza, sabiduría, recursos y ánimo necesitamos.

2. Personal. Él vive dentro de nosotros y nos conoce mejor de lo que usted y yo nos conocemos. Él entiende con exactitud lo requerimos para crecer en la semejanza a Cristo, nos capacita para convertirse en la persona que el Señor se propuso que fuéramos o llegáramos a ser.

3. Disponible. Él nunca duerme, Él obra constantemente en nosotros y por medio de nosotros para nuestro beneficio.

4.  Confiable. No existe problema alguno que enfrentemos, que Dios no pueda manejar. De hecho, el Espíritu Santo no solamente nos ayudará a superar nuestros dolores y situaciones difíciles, sino que también usará nuestras cargas para enseñarnos acerca del amor, la sabiduría y el poder de Dios.

Incluso cuando no sepamos que pedir en oración, el Espíritu Santo intervendrá por nosotros (Romanos 8:26-29). Si acaso no entendemos la palabra de Dios, Él nos mostrará lo que quiere decir (1 Corintios 2:12-14). Si hay algo que está estorbando la obra de Dios dentro de nosotros, Él nos lo revelará (Juan 16:8). En los momentos de mayor debilidad o angustia, dará las energías, animándonos y dándonos poder para superar todo lo que nos aflige (Romanos 5:3-5).

Por lo tanto, cada vez que lo necesitemos, oremos, escuchemos, sigamos su dirección y obedezcamos confiadamente sus indicaciones, teniendo la plena seguridad que Él jamás nos llevará por mal camino.