¿A quién acude cuándo debe tomar decisiones difíciles?

Romanos 11: 33 ¡Oh, profundidad de las riquezas y de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios e inescrutables sus caminos! 34 Pues, ¿quién ha conocido la mente del Señor?, ¿o quién llego a ser su consejero?, 35 ¿o quién le ha dado a Él primero para que se le tenga que recompensar? 36 Porque de Él, por Él y para Él son todas las cosas. A Él sea la gloria para siempre. Amén.

¿En quién o en qué confía a la hora de tomar decisiones? ¿Cuáles son los pasos o reglas que tiene a consideración? todas las personas nos enfrentamos constantemente a la toma decisiones que afectarán a nuestras vidas y la de los que nos rodean, ya sea de manera positiva o negativa.

Sabemos que la Biblia abre nuestros ojos y nos vuelve mucho más sabios de lo que podríamos llegar a ser sin ella. Sin embargo, solemos dejarla a un lado y es triste pensar que muy seguido el cristiano suele tener mucha pereza de leer, aun sabiendo que Dios nos la ha entregado para que por medio de ella podamos vivir una vida que le glorifique a Él y esto implica que tomamos mejores decisiones. Esto es indicio de que hemos considerado la sabiduría humana como superior a la que Dios nos ofrece en su palabra y esto claramente es un pecado del cual debemos arrepentirnos. 

Una de las razones más comunes para que esto sea así, es que buscamos que todo sea solucionado como nosotros queremos. Nos gusta tener el control y cuando las cosas toman una dirección distinta, lo rechazamos, sin embargo, sé qué somos personas que buscamos obedecer la voluntad de Dios y queremos glorificarle, por lo que tenemos que estar convencidos de renunciar a la búsqueda constante de solucionar las cosas como nosotros queremos y  aprender a confiar en como Dios obra. La única forma de ser convencidos de esto es mientras más permanezcamos en el evangelio.

Con esto no digo que no procure tomar las decisiones más acertadas en cada circunstancia, sino más bien, que confiemos en Dios en cada decisión, confiando que el nos dará sabiduría por medio de su palabra para así glorificar a nuestro Salvador.