El ser humano por naturaleza estará siempre impulsando a pecar ante los ojos de Dios, no lo puede evitar, pero cuando este viene al conocimiento de Dios a través de la persona de Jesucristo haciendo de Él su vida, su deseo y anhelo, viniendo al arrepentimiento; su vida es transformada por el evangelio y esto nos lleva a admirar y exaltar al Señor por su obra en nosotros. Después de haber sido justificados nos adopta como sus hijos y Dios viene a ser nuestro Padre. Ahora es en Él en quien debemos de poner nuestra esperanza y fe.
A lo largo de nuestra vida cristiana, nuestro viejo hombre tendrá siempre, no solo la oportunidad de tomar protagonismo, sino que querrá reinar sobre nosotros una vez más; pero es por eso que Dios nos ha dejado de su palabra y de su Espíritu Santo reinando nuestros corazones, Él nos lleva a glorificarle, nos lleva a su verdad para que allí sea formado nuestro carácter.
Jamás el Espíritu Santo se someterá a los deseos pecaminosos de un hombre, cuando le ordena que “prospere”, o a una persona porque dio dinero, no es su función hacer un show en una congregación, haciendo del Señor un espectáculo, eso es pecado y eso no es Dios obrando. Dice la Biblia: “Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber”, toma de Cristo porque todo lo que tiene del Padre es de Él, significa que no se someterá nunca al deseos de los hombres, sino solo aquello que le trae gloria al hijo, Su palabra.
Nuestro Señor Jesucristo nos dio esa promesa y hoy es en usted y en mi que se está cumpliendo, pues no nos dejó huérfanos o solos, dice en el evangelio de Juan 16:13-15 “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, Él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. 14 Él me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. 15 Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber”. Se da cuenta hermano que aun en medio de ese deseo de seguir pecando, su Espíritu Santo esta obrando en usted y en mi, nos habla y recuerda todo lo que nuestro Señor habló y eso se encuentra solo en su palabra, en la Biblia.
Es por eso que no podemos descuidar el meditar, escudriñar, memorizar y cantar las Santas Escrituras, porque de toda la palabra que hay en nuestras mentes, corazones toma el Señor para guiarnos siempre a Él y glorificarle. Gracias damos a Dios Padre por Cristo Señor nuestro y su Espíritu Santo obrando en nosotros.
Pastor Asociado a cargo del Departamento de Comunicaciones