Vivimos por fe en Cristo Jesús

Gálatas 2:20 Con Cristo he sido crucificado, y ya no soy yo el que vive, sino que Cristo vive en mí; y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo por fe en el Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.

Nuestra vida depende totalmente de Cristo Jesús, es por medio de su obra en nosotros que hemos recibido la fe para poder creer en el evangelio, y tener la seguridad que hemos sido justificados. 

En nuestro diario vivir dependemos de Dios quien obra en nosotros por medio de su Espíritu, y este puede obrar en nosotros por la fe que tenemos en el evangelio, de manera que nuestra búsqueda constante de la verdad en el evangelio y de la sana doctrina hará que seamos más conscientes de la obra de Dios en nosotros, y será evidente en nuestra vida. 

Esto significa que ante las circunstancias que vivimos diariamente debemos entender que ya no las vemos desde una perspectiva terrenal sino más bien los vemos de la perspectiva de Dios, es así, porque vivimos ahora por la fe en el Hijo de Dios, entendemos que somos capacitados para toda buena obra, para vivir de una manera digna de nuestro llamado, buscando glorificarle a Él en todo. 

Y mientras más permanecemos en el evangelio también seremos llevados a entender que si podemos vivir como Dios quiere, es por medio de su gracia, ya que de no ser así estaríamos viviendo por nuestras fuerzas y tarde o temprano terminaremos frustrados por nuestra incapacidad leamos el versículo 21 No hago nula la gracia de Dios, porque si la justicia viene por medio de la ley, entonces Cristo murió en vano. 

Hacemos nula la gracia de Dios cuando no estudiamos el evangelio y pretendemos vivir vidas rectas sin siquiera permanecer fieles a las escrituras, es muy común que creer que vivimos vidas que glorifican a Dios por que nos congregamos los domingos y porque no le hacemos daño a nadie, pero debemos analizarnos si somos personas que no tenemos el hábito diario de orar, leer, estudiar, memorizar y compartir las escrituras, no estoy hablando de perfección sino más bien de que diariamente nos humillemos y procuremos depender de Dios en absolutamente todo y vivamos por fe en Cristo Jesús.