En estos últimos meses hemos sido testigos de como la violencia, maldad y la corrupción, son los temas que más tocan los medios digitales de nuestro país. Vivimos en una época en la cual el mundo celebra el pecado y la depravación. Todos somos testigos como el hambre de obtener el poder puede desacreditar, ofender y dañar a una persona, también vemos como la maldad se ha multiplicado y no solo es acá en El Salvador, sino que lo vemos alrededor del mundo. Jesús lo dijo en Mateo 24:12 “y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará”.
¿Está perdido nuestro país? no es realmente el país, es el hombre quien ha estado perdido desde siempre por causa del pecado. La Biblia nos dice de manera clara en Rom. 6:23 “Porque la paga del pecado es muerte…” el resultado de esto es que estamos muertos en nuestros delitos y pecados y es así como El Salvador se encuentra. Lo que vemos a diario es el resultado de algo que está en el corazón de las personas, la ausencia de vida.
Adán y Eva pecaron y ya bajo esa naturaleza se escondieron de Dios (Gen.3:8) y al momento de verse desnudos, dice la Biblia que “cosieron hojas de higuera e hicieron delantales”. Dios los llamó a dar cuentas, primero a Adán y este se justificó echando la culpa a su mujer y ella a la serpiente. Desde ese momento somos testigos como el pecado entró en el hombre y el resultado fue la muerte. Este es un resultado fatal “el hombre está perdido” y Romanos 3:9-18 nos da una descripción exacta de todo esto.
Pero la gracia y la misericordia de Dios son infinitas para con el pecador. Siempre en Génesis 3 vemos como el evangelio de nuestro Señor, nos hace saber cuan incapaces somos de justificarnos legalmente delante de Él y con qué facilidad tratamos de hacerlo por medio de todo aquello fuera de Dios que nos dé seguridad. Esto es lo que hace una religión, el legalismo y obviamente un corazón que no conoce la gracia.
¿Podrá nuestro país salir de todo de lo que está viviendo? No lo creo realmente, más creo que Dios llamará a sus escogidos que están en este momento participando de todo aquello que vemos a diario. Solo por medio del arrepentimiento de pecados y creer en Jesucristo podrán encontrar primero paz para con Dios, pues el evangelio nos reconcilia con el Padre y después plenitud y paz en este mundo.
El corazón del hombre necesita ser transformado por alguien y este es Jesucristo. ¿Cómo puede ser transformado? Solo por medio del evangelio, así como vino el pecado en Génesis así mismo el Señor mostró su gracia y victoria en Génesis 3:15 y 21 “Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió”. Vemos la victoria de Cristo, el evangelio siendo anunciado y prometido. La gran pregunta es: ¿Quién debe de anunciar todo esto a los demás salvadoreños? La respuesta es sencilla, pero difícil para muchos adquirir el compromiso, nosotros la iglesia, no debemos callarnos, como lo dice Romanos 10:14 ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿ Y cómo oirán sin haber quien les predique?
Así es hermanos, nuestro país no podría salir de todo lo que está viviendo, pero si podemos anunciar a Jesucristo y así muchos que están allí en pecado podrán venir al arrepentimiento y vivir para la gloria de Dios.
Pastor Asociado a cargo del Departamento de Comunicaciones