Soportándoos unos a otros

Colosenses 3:13 soportándoos unos a otros y perdonándoos unos a otros, si alguno tiene queja contra otro; como Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros

Solucionar problemas tanto con la familia de sangre como con la familia de fe, suele ser algo que representa algunos retos para el cristiano. Quiero que veamos este tema a partir de lo que nos dice Colosenses 3 del versículo 12 al 17, esta porción comienza diciendo que debemos revestirnos como escogidos de Dios. Nadie sale de casa desnudo dispuesto a ir a realizar lo que tenga que realizar de esa manera, esto sería una locura. Así como nosotros los cristianos no podemos vivir una vida sin estar vestidos como escogidos de Dios, por lo cual mostramos amor constantemente de manera que en medio de los conflictos provocados por el pecado estamos dispuestos a perdonar toda ofensa porque Cristo así nos perdonó. 

Veamos que el versículo 16 dice que la palabra de Dios debe morar abundantemente en nuestros corazones, mientras más permanezcamos en el evangelio y este en nosotros aprenderemos a ser personas que buscan resolver conflictos de una manera sabia y que glorifique a Dios. 

Y por último el versículo 17 nos dice algo que realmente cuesta mucho, debido a nuestro pecado y justicia propia "Y todo lo que hacéis, de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús" a lo que me refiero es que muchas veces buscamos solucionar nuestros problemas, pero esperamos a que la otra persona cambie su comportamiento y cuando esto no sucede cada vez tenemos menos paciencia, sin embargo, este versículo nos dice que debemos estar dispuestos a perdonar toda ofensa porque eso glorifica a Dios, no nos pone como regla "siempre y cuando tu ofensor cambie su comportamiento, entonces y solo entonces, perdona" no debemos esperar a que la persona responda como queremos para obedecer lo que Dios nos ordena. 

Ahora bien, quiero agregar que también busquemos guiar a las personas en el evangelio todo el tiempo, ya que esto si provocará un cambio de comportamiento real, por eso dice el verso 16 que la palabra debe morar en abundancia para que así podamos enseñarnos y amonestarnos, lo que hará que con amor tengamos paciencia para perdonar haciéndolo únicamente para glorificar a Dios.