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Pedir a Dios

viernes, julio 23, 2021
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Artículo | Pedir a Dios
Pastor Héctor Rico
Pastor Héctor Rico
Pastor Asociado

¡A quien no le gusta los perritos!, a mí en lo personal es la mascota que más recuerdo desde niño. A mi mente vienen tres de ellos que hicieron mi infancia muy feliz. Esa misma experiencia deseaba para mis hijos, que ellos pudieran tener como mascota un perro, y consiente de su cuido y de los muchos ratos de compañía, alegrías, y enojos que traería la mascota decidí adoptar uno, y para eso, pase un tiempo con mis hijos hablándoles de los perritos que tuve, de la inteligencia y lo graciosos que son, en especial de la raza “Labrador”; les mostraba fotos, y ponía videos de como esta raza  específicamente son con los niños, lo inteligente y alegres que son, etc.. Un día les hice una pregunta: ¿Que creen que hace falta en la familia? Inmediatamente respondieron —papá una mascota— ¿Qué clase de mascota? —un perrito!!—gritaron, ¿Quieren un perrito? ¡Y alegres respondieron si!, pero también les pregunte: ¿Y que raza les gustaría?, bueno se imaginara lo que dijeron —nos gustaría un labrador—, a los días adoptamos uno al que llamamos Floky. El verlos ese día que traje al perro de tres meses de edad y la alegría en el rostro en especial de mi hijo mayor jamás lo olvidaré. Yo había preparado todo para darles su mascota, y ahora les daba justo lo que ellos querían.

Este es solo un ejemplo para ilustrar la manera que Dios obra por medio de su Espíritu Santo con nosotros sus hijos. Nos persuade para que pidamos conforme a su voluntad lo que ya nos ha dado en Cristo Jesús sus riquezas (Rom. 8:26). ¿Que son esas riquezas? la Biblia dice en Efesios 1:17 “en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia”, estas riquezas tienen que ver con Su bondad para con Su Iglesia, y es cuando nos da a Su propio Hijo para el perdón de pecados y salvación. Eso tiene que ver con Cristo habitando en el creyente así lo dice Colosenses 1:27 “a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria”.

Antes de que todo esto pasara, el Espíritu Santo obró en nosotros llevándonos a un convencimiento de pecado para que viéramos nuestra condición y la necesidad de un salvador, y pidiéramos justo lo que Dios deseaba: reconocer que hemos ofendido al Señor y pedir perdón por nuestros pecados; pero al mismo tiempo orquesta una serie de eventos para que usted y yo podamos escuchar el evangelio ya sea cuando andábamos en un centro comercial y alguien nos proclamó el evangelio, un familiar o amigo insistió en que lo acompañaremos a la iglesia ese día, etc., Y así Su Espíritu nos dirige a la cruz y al arrepentimiento a que pidamos y clamemos por perdón y así mostrar a los demás esas riquezas de Su gracia para con nosotros.

Ahora ya como hijos, Su Espíritu Santo nos lleva siempre a Él a que vivamos confiados de su provisión, esperanza, paz, en medio de nuestras tribulaciones y a que pidamos conforme a Su voluntad y para Su gloria. 


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Pastor Héctor Rico

Pastor Asociado a cargo del Departamento de Comunicaciones