Hebreos 12:15 Mirad bien de que nadie deje de alcanzar la gracia de Dios; de que ninguna raíz de amargura, brotando, cause dificultades y por ella muchos sean contaminados;
Esta porción nos muestra que la forma de evita que la amargura llene el corazón de la persona es necesario velar por alcanzar la gracia de Dios, esto lo hacemos mientras más venimos al evangelio día a día que constantemente nos lleva a poner nuestra mirada en aquel que por gracia nos salvó.
El evangelio nos llevará a ver que todos nosotros hemos ofendido a Dios de maneras que probablemente nadie nunca nos podrá ofender a nosotros, no hay ofensa que podamos recibir que se compare con la ofensa que hemos hecho a Dios, Romanos 3:12 dice que a una todos nos hicimos inútiles y no hay nadie que pueda hacer lo bueno, pero ¿Cuál fue la respuesta de Dios a nuestra ofensa? nos perdonó, el no guardo resentimiento en su corazón contra todos nosotros, el en su eterna amor y misericordia mostró sus gracia perdonando nuestros pecado y nos enseña a través de su evangelio como debemos vivir sin ofenderle a Él y cuando una vez más volvemos a ofenderle sigue extendiendo su gracia para que nos acerquemos a confesar nuestros pecados sin ser rechazados.
Cuanto más apreciamos el perdón de Dios a nuestras continuas ofensas, seremos impulsados por esta gracia a perdonas a aquellos que nos ofenden, y a no guardar amargura, Colosenses 3:13 soportándoos unos a otros y perdonándoos unos a otros, si alguno tiene queja contra otro; como Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Si permanecemos en el evangelio nos damos cuenta que debemos perdonar, así como Cristo nos perdonó.
Pastor Asociado a cargo del Ministerio de Alabanza