Mateo 23:5 Sino que hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres; pues ensanchan sus filacterias y alargan los flecos de sus mantos; 6 aman el lugar de honor en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas, 7 y los saludos respetuosos en las plazas y ser llamados por los hombres Rabí.
¿Dónde hemos colocado nuestra mirada en las cosas que hacemos? ya sea en el trabajo, hogar, iglesia etc. es muy fácil que nuestro enfoque esté en nosotros mismos o bien esperando ser reconocidos por otras personas. De ser así lo más seguro es que terminemos frustrados porque nunca nos sentiremos satisfechos.
En el ser humano en sí mismo nunca podrá encontrar la felicidad, ni tampoco en las cosas existentes. Por más que alguien trate de decir que es capaz de sentirse satisfecho por sí solo, es imposible.
Esta porción de Mateo nos muestra una realidad en los seres humanos y es que constantemente buscamos ser alabados por otros y reconocidos por las cosas que hacemos. Esto es por que buscamos sentirnos satisfechos, pero debemos renunciar a buscar fuera de Dios nuestra satisfacción.
Cada acción que hagamos, dentro de la iglesia, trabajo, familia, etc. no debemos hacerla esperando ser reconocidos por los hombres o sentirnos bien nosotros mismos, sino que debemos hacerla con la mirada puesta en Jesús, en quien siempre encontraremos la satisfacción.
Pastor Asociado a cargo del Ministerio de Alabanza