¿Hay momentos difíciles en la vida de los cristianos? ¡Claro que si los hay! Ante cualquier circunstancia que podamos estar viviendo, ya sea desánimo o dolor, usted pudiera estar experimentado una sensación de “abandono” de parte de Dios, pareciera ser que Él está atendiendo situaciones mayores o más importantes, o lo peor, pensar que Dios está más interesado en “algún hijo favorito” y no en mi situación.
Todos estos pensamientos se deben a que nuestras emociones humanas pueden dañar la confianza en la verdad de Dios y podemos llegar a creer que no hay ningún resultado a favor de nuestras crisis.
Pero Job nos muestra que con perseverancia, paciencia y confianza podemos aprender la lección que el Señor quiere que aprendamos. No existen los “hijos favoritos de Dios”, ni tampoco las circunstancias de sus hijos son, “unas mayores o más importantes”; somos sus hijos y su relación con cada uno de nosotros es personal y muy diferente, pero con un solo propósito: que le glorifiquemos a medida que somos formados conforme a la imagen de su Hijo.
Esa confianza de Job y esperar cualquiera que fuera Su voluntad, fue lo que hizo que el Señor fuese glorificado al terminar el tiempo de su sufrimiento: “De oídas te había oído;
Más ahora mis ojos te ven. 6 Por tanto me aborrezco, Y me arrepiento en polvo y ceniza”. Job 42:5-6.
¿Cuál fue el resultado de la paciencia y confianza constante en la larga prueba y dura de Job? Que él alcanzó un nuevo conocimiento de nuestro Dios soberano y una mayor seguridad de las alegrías, de ser tratado como a un hijo de Él. Así que al finalizar o salir de su prueba, pregúntese ¿Pude conocer en esta prueba más a mi Señor? Lo más seguro que su respuesta sea si, por lo tanto, alégrese como Job que ha sido tratado como a uno de sus hijos.
Pastor Asociado a cargo del Departamento de Comunicaciones